No me lo puedo creer. Los Gobiernos de Portugal y España se reúnen en Zamora el pasado mes de enero, para celebrar la cumbre bilateral, que vienen celebrando todos los años. En esas cumbres se estudian los problemas que pueden afectar a ambos países. En esta última cumbre, los presidentes Sócrates y Zapatero firman un acuerdo por el que se decide unir Lisboa y Madrid con una línea de Alta Velocidad. Así quedarían conectadas ambas capitales en 2 horas y 45 minutos. Es difícil pensar que este acuerdo tenga algo de malo. Sólo se le puede ocurrir a una mente retorcida y malintencionada. No se me ocurre otra razón.
Dado que se acercan las elecciones generales en Portugal, la candidata por el partido conservador, Manuela Ferreira Leite, "se apea del tren" y dice que el acuerdo firmado por los presidentes socialistas de Portugal y España, deja a Portugal como una provincia de España. Si gana las elecciones, promete no construir dicha línea. ¿Así Portugal será más fuerte? Quizá todo lo contrario. Perdería una gran ocasión para su desarrollo. Pero, ¡ojo!, "No va a cometer el oprobio de aplaudir una decisión de dos presidentes socialistas". ¡Qué disparate! Y, por cierto: ¿qué opina de todo esto el señor Rajoy? ¿Estará de acuerdo? ¿Apoyará la decisión de dos sociatas, o le dará la razón a su compañera de partido Ferreira Leite.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de septiembre de 2009