La polémica del recorte de sueldos de directivos de empresas públicas autonómicas y municipales se va a trasladar esta semana al pleno del Parlamento, en el que se debate una proposición no de ley de los socialistas para bajar los emolumentos de quienes más cobran, además de congelar lo que perciben diputados y cargos de la Junta. El PP, según dijo ayer el propio Javier Arenas, va a participar con una enmienda y está abierto a negociar que los alcaldes y directores de empresas municipales equiparen sus retribuciones al salario del presidente de la Junta, José Antonio Griñán.
Tras unos días de desconcierto -el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se desmarcó de la directriz de Arenas-, parece que en las filas populares se ha asumido la necesidad de atenuar el impacto que en los ciudadanos causa ver anualidades de hasta 175.000 euros en la nómina de gerentes municipales. En el acto de presentación de ayer de los candidatos de más de 100.000 habitantes, De la Torre señaló que los directivos también tienen que dar "testimonio cuando las cosas van mal".
En un corrillo con periodistas después del mitin, Javier Arenas comentó que no resulta un cometido imposible encontrar a gestores dispuestos a ofrecer su servicio público por lo que cobra Griñán y que hay que hacer un esfuerzo entre todos los partidos. No obstante, demandó transparencia para que no se engorde las retribuciones con otros conceptos, como asistencias a consejos de dirección y dietas, que no aparecen en el sueldo global, pero que, en suma, forman parte de las remuneraciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de septiembre de 2009