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CARTAS AL DIRECTOR

Sin improvisar

Sallent de Gállego, Huesca

He leído en los últimos días que el Gobierno estaba improvisando ante la crisis en que vivimos. La oposición, una vez más, lo ha repetido hasta la saciedad, pero también sin presentar ni una sola propuesta o alternativa a lo que determina que está mal. La verdad es que esto sólo me preocupa por lo pobre y seca de alternativas que está la oposición y que por el extraño sistema electoral que tenemos, estamos condenados al bipartidismo.

Pero lo que me preocupa de la improvisación de las medidas tomadas ante la crisis (aparte de la certeza de las improvisaciones) es lo que el señor Zapatero ha manifestado respecto a ellas: "Gobernar también incluye improvisar: faltaría más".

¡Pues no, señor Zapatero! Improvisar significa falta de previsión y dar palos a ciegas. Los Gobiernos tienen la obligación, por el mandato que le hemos dado todos los ciudadanos, y por los medios que tienen, tanto materiales (que salen de los bolsillos de los paganos de la crisis) como humanos, de saber en tiempo y forma lo que tienen que hacer en todo momento.

¡Pero de improvisaciones de los gobernantes, nada de nada! Que demasiado tenemos que improvisar los ciudadanos para seguir afrontando esta crisis y, que por cierto, no ha sido el ciudadano normal y corriente el responsable. Es más: creo que los responsables ni tienen que improvisar ni sufren para afrontar la crisis.

Mire hacia ese sector y a lo mejor puede dejar de improvisar y actúe en consecuencia con las siglas de su partido. Como verá, no actúo como la oposición; le doy alternativas a sus "improvisaciones".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de septiembre de 2009