El concurso de acreedores presentado la semana pasada por la inmobiliaria Nozar, propietaria del 98% de la estación de esquí de Boí Taüll (Alta Ribagorça), no afectará al funcionamiento de las pistas de esquí, que funcionarán con normalidad a partir del 4 de diciembre. Los hoteles, cerrados desde el pasado 31 de agosto para recortar costes, reabrirán también en esa fecha, según anunció ayer en Barcelona su consejero delegado, Jordi Sabaté.
En momentos de incertidumbre, sus responsables han querido tranquilizar a esquiadores y empleados y han dado garantías de que Boí Taüll Resort es un proyecto "independiente, con autonomía propia y propietaria de su patrimonio e instalaciones", dijo. E iniciará la nueva temporada sin problemas, siempre que haya nieve suficiente. Sus responsables aseguraron que el patrimonio de la estación tampoco corre peligro. Y añadieron que los planes de expansión de la estación, que incluyen 400 pisos nuevos en el Pla de l'Ermita y ampliar los dominios esquiables en un 150% (30 kilómetro más de pistas), seguirán adelante.
La pasada temporada consiguió unos buenos resultados y recientemente el Instituto Catalán de Finanzas (ICF) le ha avalado un crédito de 2,2 millones de euros para mantener su autonomía dentro de la situación financiera del grupo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de septiembre de 2009