Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

La cadena Dental Line cierra dos tercios de sus centros

La meteórica ascensión de la empresa Dental Line, creada hace ocho años por un par de emprendedores y que creció como la espuma hasta el mazazo de la crisis, ha acabado con una fuerte reestructuración que le ha obligado a recortar más de dos tercios sus centros. La empresa, con sede en Granada, pasará a finales de 2009 a tener sólo 20 centros, cuando en 2007 llegó a ser la empresa con más clínicas propias de España, con 68 locales en propiedad. En un intento de reflotar el negocio, Dental Line vendió en abril a Adeslas 28 de sus centros, por un precio que no ha trascendido. Desde entonces, han cerrado 12 más, y los dueños prevén desprenderse de otros ocho a finales de año.

El último cierre ha sido traumático. Acaba de suceder en El Prat de Llobregat (Barcelona) y los pacientes afectados -con tratamientos de entre 3.000 y 6.000 euros- desconocían el lunes el destino de sus tratamientos: "Pago 6.000 euros, y de momento sólo me han hecho tres empastes y daño en una muela. No sé qué pasará con mi boca", explicaba Mónica, una paciente, a las puertas de la clínica cerrada. "Los afectados de El Prat recibirán su tratamiento en otro centro Dental Line en Barcelona, como se ha hecho con las otras clínicas clausuradas. Se les ha enviado una carta y se les avisará por teléfono", aseguró ayer Francisco Pérez, administrador de la empresa. ¿Cuándo? "Cuestión de tiempo", añadió. Los clientes no se fían, tras dos semanas sin respuesta.

La fuerte reestructuración que está ejecutando la empresa es fruto de 20 meses seguidos de pérdidas, aseguró Pérez. La facturación, que hace tres años alcanzó los 35 millones, ha bajado a siete millones. Las clínicas -habían previsto abrir 100 en un año- no ingresaron lo esperado. La empresa ha prescindido de 30 trabajadores. Además, Dental Line arguye que Adeslas todavía no ha pagado todo el importe por los 28 centros. Pérez dice que están "luchando por reflotar la empresa" y promete "no dejar a ningún paciente con la boca a medias".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de septiembre de 2009