Los sindicatos nacionalistas no rebajan la presión externa sobre el Gobierno vasco, avivando así un clima de cultivo favorable a la "movilización" para que los trabajadores, dicen, "no se dejen engañar con un diálogo social a medida del capital". Así lo pusieron de manifiesto los representantes de ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e HIRU, durante una asamblea, celebrada en el polideportivo Gasca de San Sebastián, en la que participaron unos 2.000 delegados antes de recorrer en manifestación varias zonas de la capital guipuzcoana.
El líder de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, criticó que los gobiernos estén trabajando "al servicio de la patronal" y por ello propuso "un rearme social, cultural y político" para, dijo, "dar soluciones a los trabajadores que sufren las consecuencias de una crisis que no han originado".
Tras esta primera manifestación, los sindicatos nacionalistas mantendrán sendas concentraciones, el 13 de noviembre ante el Parlamento vasco y el 14 de diciembre frente a la Cámara navarra, donde volverán a desarrollar su decálogo anticrisis.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de septiembre de 2009