60.000 litros de leche regando el campo. Ganaderos de comarcas próximas a Santiago -A Estrada, Arzúa, Xallas, Ordes y A Costa da Morte- vertieron ayer su producción para reivindicar un precio mínimo para la leche y la regulación de la producción europea, mediante la reducción y redistribución de la cuota láctea. El Sindicato Labrego Galego (SLG) comenzó así la primera jornada de huelga de entregas de leche a las industrias y se suma al parón que mantienen desde hace más de diez días nueve países de la Unión Europea, entre ellos, Francia.
"Por primera vez en la historia hay una acción coordinada, una revuelta labriega", aseguró la secretaria general del SLG, Carmen Freire. 14 cisternas de purín vertieron en el campo 60.000 litros de leche de más de 300 explotaciones que tomaron "una decisión muy difícil, porque necesitan la leche para pagar las facturas y los créditos". Por ello, la huelga de entregas se hará de forma rotatoria por las comarcas gallegas.
"Aquí no se puede seguir tomándonos el pelo, aquí tiene que haber medidas", exclamó Freire, que reclamó que la ministra de Medio Ambiente, el presidente del Gobierno y el conselleiro de Medio Rural "se pongan al frente" de su lucha y no sigan "obviando que hay problemas gravísimos" y pidiendo "paciencia".
El titular de Medio Rural, Samuel Juárez, repitió ayer que exigirá a las industrias lácteas subvencionadas que "cumplan" el pacto de la leche firmado en Madrid y que el SLG no apoya.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de septiembre de 2009