No había prisas, ni sirenas, ni vidas que salvar. Unos 50 bomberos se reunieron ayer en el paseo de coches del Retiro para competir en dos pruebas con un aroma a los principios de este oficio. Una consistía en arrastrar un carro de mangueras antiguo y derribar una diana con el agua que salía (en la imagen). En la otra, los bomberos hacían una hilera humana subidos a una escalera y se pasaban cubos de agua con los que llenaban un bidón, como si apagaran un fuego. Participaron equipos de bomberos de la capital, de Fuenlabrada, Leganés y Alcorcón. Ganó Madrid 2016, formado por funcionarios de seis parques de la capital. Decenas de curiosos se congregaron durante la mañana, mientras los participantes salían empapados de las pruebas. Reinó, cómo no, el buen humor y el compañerismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de septiembre de 2009