El 22 de marzo de 1960 moría en el exilio José Antonio Aguirre (Bilbao, 1904-París, 1960). Varias calles y esculturas le rinden todavía homenaje en Euskadi. Casi ha pasado ya medio siglo, pero el recuerdo del que fue lehendakari del primer Gobierno vasco no se ha apagado. Ayer se presentó en Bilbao la comisión que guiará, en 2010, los actos previstos para conmemorar el quincuagésimo aniversario de su fallecimiento. Se trata de homenajear a "una de las más importantes referencias de la historia y la política vascas", según destacó "orgulloso" el presidente de la Fundación Sabino Arana, Juan María Atutxa.
El objetivo no es otro que "socializar" la figura de Aguirre. Su trayectoria política, su dimensión humana y su legado, pero también los valores que encarnó durante sus 56 años de vida. "Democracia, libertad, humanismo, justicia social, europeísmo, autogobierno...". El programa de actividades aún no se ha concretado, pero ya se ha definido. Habrá lectura de textos del primer lehendakari por parte de los parlamentarios vascos actuales, se organizarán cursos y seminarios, se desarrollará una página web en homenaje a su figura y se oficiará el funeral oficial "que no se le pudo brindar durante la dictadura".
El mandatario tendrá el funeral oficial "que no se le pudo brindar en la dictadura"
Fue, además de político, futbolista y ganó la Copa como jugador del Athletic
Además de la Fundación Sabino Arana, en la comisión de homenaje están representados los hijos de Aguirre y parientes de otros miembros de su gobierno, como Joseba Leizaola, Ander Landaburu o Xabier de Irala; también el catedrático de la UPV Ludger Mees, la secretaria del Euzkadi Buru Batzar, Belén Greaves, y hasta el presidente del Athletic, Fernando García Macua. "No hay que olvidar que fue el primer lehendakari, y único por ahora, que tuvo el honor de jugar con la camiseta rojiblanca", resaltó ayer el máximo responsable de Ibaigane. De hecho, formó parte del mítico equipo que dirigió míster Pentland y ganó una Copa, además de varios trofeos regionales.
Tal es el calado histórico de Agirre que sus actos de conmemoración, más allá de un interés partidista, perseguirán la participación de políticos de distinto lado. Así, la comisión organizadora del homenaje cursará invitación al nuevo Gobierno vasco de Patxi López y a las tres diputaciones forales, además de a los ayuntamientos de Bilbao y Getxo, con los que estuvo especialmente implicado el presidente. También informará de las actividades previstas a sus tres últimos sucesores: Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe.
Se reconocerá así la apasionante trayectoria de un dirigente que sufrió el exilio y la represión. Joseba Agirre, su hijo, agradeció ayer emocionado los actos que se preparan. "Las pérdidas de un familiar cercano siempre son dolorosas, pero aún lo son más si te toca vivirlas fuera de casa", dijo recordando la muerte de su padre en el exilio de París.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de septiembre de 2009