Humor, mala leche, sátira y un clásico que roza el teatro del absurdo: El enfermo imaginario, de Molière, que además protagonizará Enrique San Francisco, que lo aglutina todo: capacidad para hacer reír, genio y un toque de sarcasmo. Solo cabe esperar que al trasladar la historia a los tiempos modernos y a una de las tantas clínicas públicas, aunque de gestión privada, la historia no pierda su encanto. La historia del hipocondríaco por excelencia, supuestamente enfermo y esclavo de la medicina-negocio. Un enfermo que planea casar a su hija con el doctor de la clínica y cuya esposa, además, desea su muerte para cobrar la herencia. Estará en el Olympia, en Valencia, desde el 1 de octubre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de septiembre de 2009