El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el mismo que la Xunta estuvo a punto de recurrir al Constitucional (y no lo hizo porque negociará cambios con el Gobierno) le sirve ahora de argumento a Facenda para decir que "sería una pena" desperdiciarlo. La conselleira, Marta Fernández Currás, lo manifestó ayer en una entrevista a Europa Press en la que también aclaró que "las dos cajas gallegas son suficientemente grandes para vivir por separado". Su lamento viene porque el FROB, creado por el Gobierno para promover fusiones, "tiene plazo de caducidad".
"Tenemos unas cajas de ahorro muy profesionales", afirmó y apostó por "escucharlas y ver las soluciones que dan para el futuro". Pero al Xunta ya les señala el camino: "Las cajas [gallegas] tienen que liderar cualquier proceso de reordenación".
Fernández Currás también justificó la decisión de no rebajar ahora el tramo autonómico del IRPF, como promete el programa electoral del Partido Popular, y anunció que estudia subir el Impuesto sobre Contaminación Atmosférica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de septiembre de 2009