"Cada palo debe aguantar su vela". El mensaje iba de presidente a presidente. El gallego, Alberto Núñez Feijóo, se lo trasladó ayer al valenciano, Francisco Camps, para que "aclare" sus vínculos con las empresas implicadas en el caso Gürtel. Le aconsejó que "no se deje llevar por la comodidad" y se posicionó así junto a su líder de filas, Mariano Rajoy, que ha exigido "contundencia" al presidente de la Generalitat valenciana.
"Si mañana pasa esto en Galicia, yo sería quien tendría que adoptar las decisiones correspondientes", explicó el líder popular, que añadió que vería como "una intromisión y una desautorización" que Rajoy "se implicase". "Cuando surge un problema en una comunidad debe ser el presidente autonómico quien tome las decisiones", insistió. Feijóo aprovechó su discurso para pedir, además, una ley que "clarifique y transparente" la financiación de los partidos. "Es bueno", dijo, "para apuntalar la democracia" y "dejar de agachar la cabeza".
Sobre la posible vinculación de los presidentes provinciales de A Coruña y Pontevedra, Carlos Negreira y Rafael Louzán, en la trama Gürtel, Feijóo respondió que se atiene a lo que dice la Justicia, pero advirtió de que "un informe policial no es una decisión policial". El secretario de Organización del PSdeG, Pablo García, acusó al presidente de "mentir y negar las evidencias", por lo que exigió que "enseñe los contratos" de Louzán y Negreira con empresas vinculadas a la Gürtel, Special Events y Constructora Hispánica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de septiembre de 2009