El Ayuntamiento de Bilbao ha decidido entrar a formar parte de la sociedad San Mamés Barria, encargada de la gestión del futuro campo del Athletic, en la que ya participan la Diputación foral de Vizcaya, la BBK, el propio equipo y en cuyo accionariado está prevista la entrada del Gobierno. Para materializar esta operación, el consistorio ha optado por renunciar a cobrar las tasas e impuestos que le corresponden por las obras de derribo y construcción del nuevo campo -entre 12 y 13 millones de euros, un 10% del coste de los trabajos de construcción de las instalaciones-. A cambio, recibirá un paquete de acciones por ese importe. A falta de la aportación definitiva de los demás socios y de la valoración que se haga de los terrenos, el Ayuntamiento controlaría en torno al 5% del capital.
Esta fórmula administrativa de "pago en especie", anunciada ayer por el alcalde, Iñaki Azkuna, y la concejal de Urbanismo, Julia Madrazo, "cumple" el compromiso municipal de no destinar "ni un duro de los presupuestos" al nuevo campo. "Lo que queremos es estar y contribuir a que se haga una obra buena y útil", subrayó el primer edil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de octubre de 2009