Ante unos 300 políticos, expertos y académicos de izquierdas, la cúpula del PSOE participó ayer en unas jornadas de debate en las que buscó todo tipo de similitudes entre José Luis Rodríguez Zapatero y Barack Obama como líderes progresistas. El más explícito fue el vicesecretario general del partido, José Blanco, que bajo el título de Modernidad y políticas progresistas hizo ante los invitados un análisis comparativo entre las victorias electorales de ambos mandatarios.
Blanco, presentado en el acto como director de las dos últimas campañas electorales de Zapatero, dedicó buena parte de su intervención en estas jornadas a establecer paralelismos que, en su opinión, existen entre la victoria electoral de Zapatero en 2004 y la de Barack Obama en Estados Unidos en 2008. Según Blanco, en ambos casos se trataba de "candidatos jóvenes con promesas de cambio" que iban "más allá de las propuestas". "Ambos proponían un cambio en la forma de hacer política" y encontraron sus apoyos en sectores "desencantados" como los jóvenes, dijo.
Para Blanco, la victoria de Obama supone un "gran liderazgo" para la izquierda, además de provocar un "regreso al multilateralismo" y una "revalorización de lo público".
La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, explicó que el problema de la izquierda no son los partidos ni la ideología, y que cuando hay "lideres con personalidad para hacerse cargo de los sentimientos de la gente y transformarlos en ilusión", se ganan elecciones.
Cerró las jornadas el presidente del PSOE, Manuel Chaves, quien advirtió sobre un "cambio de civilización que conllevará un nuevo orden mundial, gobernado por todos y para todos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de octubre de 2009