Una intensa y persistente lluvia protagonizó ayer el Día de la Guardia Civil que, con una semana de antelación, se celebró en A Coruña. Los agentes fallecidos en servicio, y especialmente los asesinados por ETA, así como la creciente aunque aún insuficiente presencia de mujeres en todas las escalas del instituto armado (son 4.846) centraron el discurso de agradecimiento y elogio del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Pondremos todo nuestro esfuerzo en incrementar el número de agentes femeninas", aseguró. Entrega, compromiso, y "buenos resultados" son, según el ministro, señas de identidad de un cuerpo que ya es "del siglo XXI".
Rubalcaba, acompañado del presidente de la Xunta, entre otras autoridades, presidió desde la tribuna cubierta el desfile y la parada de 737 guardias civiles que, procedentes de toda España, exhibieron medios motorizados y aéreos, además de caballos y perros que en muchas ocasiones les asisten en sus táreas. En el homenaje "a los que dieron su vida por España", dijo el ministro, hizo especial mención a las tres últimas víctimas del terrorismo el pasado julio, dos agentes asesinados en Mallorca y el inspector de la brigada de Información de la Polícia Nacional Antonio Puelles, que murió en Arrigorriaga a causa de una bomba lapa instalada en los bajos de su coche. Con el acto castrense de ayer en honor a la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, se cerró en A Coruña una semana de conferencias y actividades organizadas por el instituto armado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de octubre de 2009