Me quedo estupefacto al leer el artículo Clase de Religión, o de nada publicado en su diario del 30 de septiembre de 2009 ante el dispendio de tiempo y energías pedagógicas, ¡con el fracaso escolar que existe!, y siempre, siempre la Santa Sede coaccionando a los que no piensan como en el Vaticano, o jugamos con mis normas o rompo la baraja. Así que los alumnos que no van a clase de religión no pueden hacer nada para no darles ventaja, ¡viva la libertad!... ¿Pero es que nos le basta a los católicos con ganarse la gloria eterna mientras los laicos se labran su condena? ¿Será que no creen en que eso sea verdad? Porque, vamos, si no es para aplicar a los impíos la conmiseración cristiana y sentir tan sólo piedad por ellos. ¡Cuándo se sacará la religión de la escuela y que cada uno vaya al templo que quiera o a ninguno....
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de octubre de 2009