De esos "productores indignados" a los que se refería el reportaje titulado El cine gana y las bellas artes pierden el día 1 de octubre, ¿cuántos dejaron de percibir en 2008 un solo euro como subvención que les correspondía? Ninguno, salvo aquellos que -bastante más de uno- no estaban al corriente de sus obligaciones con Hacienda o con la Seguridad Social y no podían recibirlas según establece la Ley General de Subvenciones.
Al contrario, y de manera excepcional, se instrumentó una segunda convocatoria de Ayudas a la Amortización para las productoras que no hubieran percibido dichas ayudas en la primera. En otras palabras, que todas y cada una de las ayudas del año 2008 incluidas en el Fondo de Protección a la Cinematografía se otorgaron sin excepción alguna. Este Fondo se dotó de acuerdo con la Memoria Económica de la Ley del Cine y mediante el cálculo aproximado de cuanto precisarían las Ayudas a la Amortización (que suponen la mayor parte de él), determinadas en función del coste de la película y la recaudación en taquilla, datos de los que no se dispone con exactitud a la hora de elaborar su presupuesto.
La cuestión que debe preocupar es que falte dinero en el Fondo, como sucedió en 2004 y se solucionó al año siguiente, no que sobre. En tal caso, no considero que lo más recomendable sea regalar ese dinero a los "productores indignados", porque los recursos públicos siempre deben ser administrados conforme a unas reglas previamente establecidas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de octubre de 2009