El PSE-EE no pudo ayer frenar la alianza de sus socios del PP con el PNV, que le propinó su primer revolcón parlamentario. El motivo fue su oposición a la iniciativa por la que la Cámara instó al Gobierno central a embarcar infantes de marina, "en número suficiente" y con "el armamento necesario", en los atuneros del Índico, imitando así el comportamiento de Francia.
La casi inédita imagen del jefe de filas del PNV en el Parlamento, Joseba Egibar, departiendo con los populares en los pasillos fue la ilustración más gráfica de un acuerdo que ya dio en el Congreso, donde el PP respaldó el mes pasado una propuesta del PNV en el mismo sentido.
El PNV no desaprovechó la ocasión de infligir esa primera derrota a sus sucesores al frente del Gobierno vasco en un asunto de máxima actualidad por el secuestro del Alakrana, ni la de acusarle duramente: "Hay vidas en peligro y no se ha hecho nada para evitarlo", dijo su portavoz, Unai Rementeria. Este, no obstante, admitió también que no le gusta "ver a los militares por allí" -en referencia a Gernika-, tras emplazar el popular Antón Damborenea al PNV a invitar a sus mandos a la Casa de Juntas, frente al veto que impulsó en las Juntas Generales de Vizcaya por su presencia en la toma de posesión de Patxi López como lehendakari.
La coincidencia del debate con el secuestro del pesquero de Bermeo llevó al PP a dejar solos a los socialistas, opuestos a la medida para no desmarcarse de la postura mantenida por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, que la rechaza y considera que no cabe en la legalidad. Los populares pidieron que se cambie la Ley de Defensa Nacional si es preciso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de octubre de 2009