Los escándalos que afectan al PP
Las risas y los aplausos de Francisco Camps y Ricardo Costa en la noche del martes, cuando pensaban que habían sorteado las exigencias de Génova de afrontar con contundencia los escándalos del caso Gürtel, se tornaron ayer crispación y lágrimas.
Francisco Camps, según los que le conocen, es un hombre que vive en un plano muy distinto al de la realidad que aprecian los demás a simple vista. Tanto que es capaz de decir, y forzar a su siempre fiel Canal 9 a que le siga, que en la reunión en el parador de Alarcón con Mariano Rajoy la semana pasada sólo se habló de una dimisión: la de José Luis Rodríguez Zapatero.
César Augusto Asencio y Rafael Maluenda, los nuevos secretario general y portavoz parlamentario del PP en las Cortes Valencianas -los dos cargos que ocupaba el defenestrado Ricardo Costa-, proceden de Alianza Popular y del ala más dura.
Asencio publicó un artículo en 1979, en el diario Información de su ciudad, en el que negaba el Holocausto.
El ex presidente de Baleares y ex ministro de José María Aznar Jaume Matas (PP) fue imputado ayer por presunta corrupción en relación con el caso Palma Arena (el velódromo que costó más del doble de lo previsto) y la compra y decoración de su casa palacio de Palma, de 625 metros cuadrados.
La negociación abierta por el Grupo Parlamentario Socialista para salvar los Presupuestos Generales del Estado de 2010 avanza sin que aún nadie haya dado garantías plenas a los socialistas de que rechazará las enmiendas a la totalidad, cuyo plazo de presentación termina mañana.
El Gobierno ya tiene suficiente apoyo parlamentario para sacar adelante la reforma de la Ley de Extranjería sin renunciar a los dos puntos básicos de ésta: el aumento del plazo de retención de los sin papeles desde los 40 a los 60 días y la limitación de la reagrupación familiar de los ascendientes de los inmigrantes.
José Luis Rodríguez Zapatero inició ayer en Siria una gira de tres días por Oriente Próximo -que hoy le llevará a Israel y los territorios palestinos ocupados y mañana a Jordania y Líbano- con el encargo del presidente Barack Obama de intentar desbrozar el camino para desbloquear el proceso de paz.
La detención, el martes, de Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga -protagonistas de los dos últimos procesos de diálogo entre el Gobierno y ETA-, así como de otros dirigentes de la izquierda abertzale, siguiendo las órdenes del juez Baltasar Garzón, escenifica el final de la etapa de diálogo como método para terminar con el terrorismo.