La princesa Carolina se ha instalado en Mónaco, donde ha reanudado sus funciones de primera dama. Se ha mudado con su hija menor y lejos de su esposo, Ernesto de Hannover, que sigue residiendo en Alemania. La distancia es evidente pese a que ellos insisten en que no hay divorcio a la vista.
Ayer, Carolina acompañó a su hermano Alberto a la exposición de las obras de arte que compiten por alzarse con el premio de la Fundación Príncipe Pierre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de octubre de 2009