De lo que fue la fábrica de la Seat en la Zona Franca sólo quedará en pie el edificio central reconvertido en espacio de producción cinematográfica, la ciudad del cine a la que aspira Barcelona. Las 50 hectáreas de la Seat se transformarán en un nuevo parque de innovación (BZ) que promueve el Consorcio de la Zona Franca y que cuenta con el apoyo de instituciones y empresas. Si durante 50 años se fabricaron coches -el símbolo de la industria de la época y de la modernidad condenado al derribo, en la fotografía-, ahora el futuro de los edificios que se levantarán está ligado a la industria audiovisual, el sector de la tecnología de la alimentación y al campo de la medicina. Un plan a largo plazo, como lo fue el 22@, que ahora ya tiene forma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de octubre de 2009