El nuevo gobierno municipal de Benidorm, integrado por 12 ex ediles socialistas y José Bañuls, un tránsfuga del PP, no está solo. El Gobierno central mantiene su apoyo a estos concejales que accedieron al poder mediante una moción de censura el pasado mes de septiembre. La foto de la subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares, con el alcalde, el ex socialista Agustín Navarro, y sus ediles, incluido Bañuls, es una prueba de ello.
Ayer por la tarde los huéspedes jubilados de los hoteles Oasis, Melina y Rosabel de Benidorm disfrutaron de un espectáculo extra: la inauguración de la reforma de la plaza de España, financiada con fondos del Gobierno central. No faltó de nada: megafonía para las alocuciones, un vino de honor y la presencia de todo el equipo de gobierno de la ciudad, que estuvo acompañado de la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, y arropado por más de un centenar de vecinos. Y eso que la reforma inaugurada es la de menor presupuesto -287.901 euros- de las 11 obras que fueron incluidas en el Plan E en la localidad.
El acto de ayer por la tarde tuvo más de simbólico que enjundia, porque se trataba de escenificar el apoyo de la subdelegada a sus ex compañeros de partido. "El Gobierno de España está comprometido con Benidorm y lo va a seguir estando", afirmó sin fisuras Llinares. "Gracias por todo eso que yo sé que va a llegar", aportó en su turno de intervención el alcalde, Agustín Navarro. No se refería sólo a la financiación del segundo Plan E, que se desarrollará el año próximo, sino a las obras que necesita poner en marcha antes de concluir la legislatura para dar cobertura a promesas electorales pretéritas: la segunda fase del paseo de Poniente o la ampliación de la N-332 que circunvala la ciudad. El alcalde de Benidorm recordó su voluntad de ser "una Administración reivindicativa, pero desde la lealtad y la colaboración".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de octubre de 2009