La necesidad de obtener ingresos hace que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) busque diversas fórmulas de involucrar al capital privado. Conocida es su decisión de privatizar las líneas 2 del tranvía de Alicante y del metro de Valencia. También la apuesta por sociedades mixtas que realicen mantenimiento para otras empresas o la creación de Logitren con dos empresas privadas (el Consell tiene el 33%) para explotar líneas de mercancías.
Pero ayer el consejero de Infraestructuras, Mario Flores, abrió en un acto del tranvía en Alicante un nuevo nicho de negocio: FGV se está presentando a concursos para la explotación de nuevas líneas en Francia o Turquía a medias con la iniciativa privada. Aspira a hacerlo también en autonomías como Baleares. Flores explicó que el área de internacional es "el futuro".
El consejero habló del pliego para privatizar la línea 2 del Tram, que estará listo este mes y del que no quiso adelantar nada hasta presentárselo a los sindicatos. Pero ayer el comité de empresa de FGV ya denunció la política de la empresa pública y la externacionalización del mantenimiento. El comité dice que la gestión privada de la línea 2 dejará de crear 80 plazas de empleo público. Y EUPV e Iniciativa rechazaron los planes privatizadores del Consell en FGV.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de octubre de 2009