Cinco ex concejales del PP y dos que lo fueron del PSOE dieron ayer la alcaldía de Silleda, una pequeña localidad de Pontevedra de casi 10.000 habitantes, a la tránsfuga socialista Ofelia Rey. La nueva regidora se presentó ante el pleno como la "solución a la ingobernabilidad" del municipio, que ella misma y otro concejal de su grupo propiciaron al abandonar el Gobierno municipal y pasarse al grupo de los no adscritos.
Sucedió en un tenso pleno celebrado en la Casa da Cultura, a donde acudieron varios miembros de Nuevas Generaciones del PP para jalear a los concejales que formalmente abandonaron esas siglas antes de aliarse con los tránsfugas y a éstos. Fueron la excepción entre un público -formado por unos 200 vecinos, aproximadamente- que clamó contra la censura y sus promotores.
La alcaldesa saliente, Paula Fernández (PSOE), responsabilizó de la operación al presidente de la Diputación y del PP en Pontevedra, Rafael Louzán, que nunca la condenó abiertamente.
Ofelia Rey se estrenó con una llamada a la Guardia Civil para que escoltase la salida del nuevo Gobierno municipal por la puerta de atrás del Ayuntamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de octubre de 2009