El Gobierno andaluz acometerá a partir de la próxima primavera una reforma de la administración autonómica que se concretará a final de 2010 y supondrá una "reducción" de las delegaciones provinciales, una iniciativa que perfilará un grupo de trabajo compuesto por expertos que se constituirá este otoño. "La Junta de Andalucía tiene una administración central, empresarial y periférica que tiene que reformarse. Es muy compleja y complicada, y en las provincias no puede haber tantas delegaciones como consejerías y hay que simplificar", dijo en una entrevista con Efe el presidente andaluz, José Antonio Griñán.
El presidente, que aboga por diseñar una reforma que haga a la administración más ágil, democrática y transparente, fijó para este otoño el primer paso para comenzar el proceso de reforma. Para ello, se creará un grupo de trabajo con catedráticos de administración, hacienda y de otras ramas con responsables públicos, del que saldrán las propuestas concretas de la reforma administrativa. Griñán explicó que las modificaciones que tiene en mente su Gobierno tiene un triple objetivo: reducir y reformar la administración central y periférica de la Junta; reformar los procedimientos administrativos para hacerlos más democráticos y transparentes y modificar el estatuto de la función pública para hacer a los funcionarios "más profesionales". "La periférica será más reducida, con menos delegaciones provinciales, pero con mayor concentración de funciones", subrayó Griñán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de octubre de 2009