Agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Judicial han detenido en Puerto Real (Cádiz) a un joven de 22 años sobre el que pesa una acusación de coacciones a menores, con los que contactaba a través de Internet, y a los que chantajeaba para que le facilitaran imágenes de contenido sexual.
Se trata de la segunda ocasión en que el ciberacosador, de origen estonio y residente en la bahía de Cádiz, es detenido por estas prácticas. La primera detención se produjo en 2008, después de que una operación conjunta entre la policía española y la de Estonia le identificase como autor de "brutales" campañas de coacciones a varios niños en el país báltico. En aquella ocasión una de las víctimas terminó quitándose la vida.
Tras aquellos primeros episodios, la policía estonia reclamó de nuevo el pasado septiembre la colaboración de las autoridades españolas para identificar al autor de diversos casos de acoso sobre jóvenes estonios por Internet que tenían su origen en España. Las pesquisas condujeron a los investigadores hasta unas cuentas de correo electrónico que el detenido empleaba para comunicarse a través de un servicio de chat. El seguimiento de esas comunicaciones confirmó que se trataba del mismo delincuente, B. C. S.
En esta ocasión, el joven -al que la propia policía define como "agresivo"- lograba el acceso a la Red conectando el ordenador a Internet a través de varios teléfonos móviles con conexión que abonaba mediante tarjetas prepago ya que, tras los anteriores episodios, sus padres le cortaron la conexión a Internet desde casa.
Para chantajear a sus víctimas, B. C. S se hacía pasar por una adolescente y utilizaba una colección de fotos y vídeos falsa como señuelo. Era esa falsa chica quien requería a sus contactos el envío de fotografías de naturaleza sexual. Una vez entregadas, forzaba constantemente a sus víctimas para que le entregasen más material bajo la amenaza de que, si no obedecían, enviaría las imágenes que ya tenía en su poder a los contactos del niño extorsionado. Fueron las denuncias de algunos de los menores acosados lo que provocaron, de nuevo, la acción policial.
La policía ha encontrado en casa del ciberacosador un móvil y varias tarjetas SIM que corresponden a los números identificados en la investigación. En la memoria del móvil seguían guardados los mensajes amenazantes. Además, el joven conservaba en diversos soportes informáticos "multitud" de imágenes de adolescentes desnudos. El titular del juzgado de guardia de Puerto Real ha ordenando su ingreso preventivo en prisión, a la espera de juicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de octubre de 2009