Acostumbrado a un Sporting vulnerable, pero bravo y valiente, a Manuel Preciado todavía le escuece la imagen de su equipo el 15 de febrero, cuando cayó frente al Real Madrid como un manso. Lo peor no fue el 0-4 porque, al fin y al cabo, el sportinguismo se acostumbró la pasada temporada a las goleadas en contra: 1-6 frente al Barcelona, 7-1 en el Bernabéu, 5-1 en Getafe o 2-5 ante el Atlético. Lo que más dolió fue la imagen de un equipo entregado desde el principio, incapaz de hacer ni un rasguño. "El peor partido desde que estoy en Gijón, un equipo de mayores frente a otro de juveniles", declaró Preciado.
Ocho meses después, nadie en Gijón cree que pueda repetirse semejante escenario. El Sporting ha tapado el boquete defensivo y navega por la zona cómoda de la tabla con 11 puntos, cinco más que la pasada temporada a estas alturas. Preciado explica el cambio: "Muchos jugadores tienen ahora un bagaje de entre 15 y 25 partidos en Primera. Han mejorado, han aprendido a competir". De las Cuevas, que hasta llegar al Sporting no había marcado en 62 partidos, lleva dos dobletes en las dos últimas jornadas, contra Mallorca y Athletic. "Estoy seguro de que generaremos muchas ocasiones", resume.
El delantero David Barral, que jugó en el Castilla y estuvo en alguna convocatoria del primer equipo, da su propia receta para esta noche: "Intentaré forzar faltas al borde del área, podemos hacerles daño a balón parado porque el Madrid está recibiendo goles así". Y Preciado amplía el abanico: "Más que nunca tenemos que buscar la posesión del balón. Se lo podemos disputar al Madrid, y con más razón jugando en casa".
Como casi siempre, Preciado le pedirá a su equipo que sea valiente porque asegura que "con un solo gol será difícil ganar. El Madrid te hace dos goles de la nada". Y eso que el Sporting ya no es un coladero y, con nueve goles recibidos, sólo tiene a ocho equipos mejores en ese apartado. Una mejoría que tiene mucho que ver con la incorporación de Rivera, el veterano ex madridista y ex bético que le ha dado equilibrio al equipo, y la nueva pareja de centrales: el joven Botía, cedido por el Barcelona, y el francés Gregory, una mole en el juego aéreo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de octubre de 2009