Tras la resolución del contencioso de Cajasur, a la Consejería de Economía y Hacienda, de Carmen Martínez Aguayo, se le acumula el trabajo. Esta semana, en el Consejo de Gobierno, se aprueba el anteproyecto de ley de Presupuestos andaluces para 2010 que contemplan un aumento del endeudamiento y que, según se anuncia, serán "extremadamente" austeros, ya que registrarán un importante descenso de ingresos tributarios. Los más difíciles de hacer, según advertía el presidente, José Antonio Griñán, quien precisaba, no obstante, que se percibirá en ellos, claramente, su apuesta estratégica por la educación, las políticas sociales y la economía sostenible.
Supone, además, la mejor cobertura política que pudieran tener las negociaciones para alcanzar un entendimiento final entre Junta, patronal y sindicatos en torno al VII Acuerdo de Concertación Social en Andalucía. No puede haber mejor argumento en defensa de este instrumento de diálogo que el hecho de que se garantice que los compromisos ahí recogidos estén debidamente respaldados por dichos presupuestos. Es por eso que se considera ya como inminente la firma de este importantísimo documento, en concreto, la esperada foto con los representes de la CEA, UGT, CC OO y Junta podría formalizarse en la primera quincena del mes que viene.
Pero para llegar a este punto se han tenido que superar intensas reuniones técnicas entre las distintas partes implicadas, un proceso negociador que se aceleró tras la conclusión en septiembre de IX Congreso de la UGT de Andalucía en el que Manuel Pastrana resultó reelegido como secretario general. Todos podrán presumir del logro alcanzado. En primer lugar, el Gobierno andaluz que, de esta forma, ve reeditada una forma peculiar de llevar a cabo su política económica mediante el diálogo, una circunstancia que se ha convertido, incluso, en una valiosa señal de identidad de Andalucía. Pero, también, los sindicatos y empresarios que podrán con ello dar una lección al resto de la sociedad española al demostrar que sí es posible una concertación social que, a nivel estatal, parece cada día más difícil de conseguir. Pero, particularmente, es especialmente destacable para el presidente Griñán. La reforma de la Ley de Cajas, que posibilitará la creación de un gran grupo liderado por Unicaja, y, ahora, los presupuestos y la concertación son tres rotundas realidades al tiempo que imprescindibles. Hechos concretos ya en su corto mandato para responder con solvencia a la difícil coyuntura que atravesamos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de octubre de 2009