Una patrullera de la Guardia Civil localizó ayer el cadáver del niño alemán de doce años que desapareció el pasado jueves en el mar después de caer del espigón de una playa de Calp cuando se encontraba jugando en compañía de unos amigos también menores. El cuerpo del pequeño apareció flotando a 200 metros de la bocana del puerto, según informó la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares. Posteriormente fue trasladado por la patrullera a las instalaciones portuarias de Calp.
El suceso se produjo el pasado jueves, día en el que hubo un intenso oleaje y fuertes vientos en la zona, cuando por causas que se desconocen dos menores que se encontraban jugando en el espigón situado en la playa del Arenal-Bol, a la altura de la calle Holanda, cayeron al mar. Uno de los niños fue rescatado con la ayuda de un vendedor de origen senegalés que se lanzó inmediatamente al agua para salvarle mientras que el otro se hundió en el mar tras el vano intento de tres bomberos de mantenerle a flote.
Tanto el vendedor como los bomberos tuvieron que ser ingresados en el Hospital de Benidorm debido a los fuertes golpes sufridos como consecuencia del oleaje, si bien fueron dados de alta al día siguiente. El jueves el mal estado del mar impidió que el dispositivo de rescate pudiera emplear embarcaciones, por lo que se tuvieron que utilizar helicópteros. No hubo suerte como tampoco los días siguientes en la que sí que se pudieron utilizar lanchas una vez que el temporal hubo amainado. El menor fallecido disfrutaba de unos días de vacaciones en Calp.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de octubre de 2009