Martes Musicales. El Trío Mondrian interpreta obras de Beethoven, Bernstein y Brahms.
A las 20.00, en el Aula Fundación Caja Vital. Cruz, 5, 1ª planta. Dendaraba. Vitoria.
El buen tiempo, la congelación generalizada de los precios de los productos y las ganas de disfrutar de 105.000 personas se unieron ayer para que el Último Lunes de Gernika, la más importante feria agrícola de Vizcaya y una de las más populares de todo el País Vasco, arrinconara la crisis y batiera varios récords. Uno, la asistencia de público con respecto a la pasada edición. Otro, histórico: el precio que abonó el restaurante Porrue de Bilbao en la tradicional subasta del queso.
Nada menos que 5.000 euros pagó por media pieza de la quesería Mausitxa de Elgoibar. La cantidad irá a parar íntegramente a la residencia de ancianos Calzada, de la villa foral.
La puja por el queso ganador alcanzó una cifra récord de 5.000 euros
Los productores no han cargado las subidas de los costes sobre los clientes
Pese a todo, costó calentar motores. Las primeras horas de la mañana discurrieron sin grandes aglomeraciones, mientras en los casi 300 puestos distribuidos por las calles de Juan Kalzada, Artekale, Industria, Ocho de Enero, Pasealeku, Adolfo Urioste y San Juan aguardaban, pacientes, sabrosos pimientos y quesos, exquisitos pasteles vascos y rosquillas, hogazas de pan recién hechas y apetitosas manzanas.
Era momento de observar y comparar. Al preguntar por los precios, la respuesta era unánime. La inmensa mayoría había decidido mantener las tarifas del año pasado. "Lo hago para vender. Con la que está cayendo no te puedes poner a subir los precios. Y eso que los elementos que no dependen de nosotros, como los envases, las bolsas y las etiquetas han subido en torno a un 6%", contaba José Ramón Etxabe, quien regenta un puesto de quesos.
Fernando, del negocio de chocolates Inés del Rincón, coincidía en que este año se han visto obligados a aguantar ciertas subidas en los costes de producción sin encarecer los productos, "por no perder clientes".
También hubo quien optó por tentar al público con "ofertones": dos latas de espárragos por cinco euros, tres latas de anchoas por seis,... En general, los productores, a pesar de la crisis, contabilizaron un buen volumen de ventas. "Yo he vendido ya varios kilos de alubias y sólo llevo un par de horas. La gente sabe apreciar la calidad y por eso afloja un poco la cartera en la feria. Pero tampoco es como antes. Traemos menos género porque ahora los jóvenes van al supermercado", tal y como apuntaba María Mayora.
Muchos apostaron por adquirir "sólo lo necesario". "He cogido unas manzanas y unas patatas. Hay que controlar un poco", señalaba Adela Lecerika.
Las txosnas fueron otro punto caliente. Estaban atestadas de grupos de amigos y familias que daban buena cuenta de talos con chorizo regados con txakoli o sidra. "Hay que disfrutar y olvidarse de la crisis dichosa", animaba Santiago Etxebarria. Todos sus amigos secundaron la propuesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de octubre de 2009