La cantera de Galdames, una de las diez principales de Euskadi, con una producción anual de casi 550.000 toneladas, tiene una segunda denuncia. Los ecologistas han presentado una demanda penal por no paralizar su actividad en una zona no autorizada, como decretó el Ayuntamiento el pasado mayo. La explotación también es investigada por un juzgado de Balmaseda por presunto delito ecológico.
El Departamento de Industria impuso una multa de 60.000 euros a los propietarios por ampliar su actividad en 16.000 metros cuadrados no autorizados.
La asociación ecologista Izate anunció ayer la presentación de la denuncia penal por desobediencia a la autoridad al continuar con su actividad en la zona paralizada, con la apertura de pistas, movimientos de tierras y desbroces. El grupo verde aseguró que la cantera no dispone desde 2001 de "las obligatorias licencias municipales de actividad, obra y apertura".
Añaden que tras ochos años en los que "ni siquiera se han dignado a solicitar licencias", ahora "desafían a la administración con una conducta contumaz de indiferencia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de octubre de 2009