Aunque las cosas empiezan a retomar vuelo, Rafael Díaz, empresario de la noche donostiarra y propietario del Zurriola Marítimo, sabe mejor que nadie que los años de trabajo labrándose una imagen de marca atractiva pueden esfumarse en una mala pasada. Después de un violento incidente en mayo pasado, cuando un marroquí apuñaló a los porteros de la discoteca en la puerta del local, parte de su clientela simplemente dejó de ir. "Tuve un bajón de un 30%, casi de un día para otro. Y encima todo esto se juntó con la crisis. Desmoraliza bastante", relata.
Díaz está centrando todos sus esfuerzos en desterrar del inconsciente colectivo el incidente de la puñalada. El establecimiento procura realizar todo tipo de eventos, como el concurso de Miss Gipuzkoa o la fiesta del estreno de la nueva película de Anne Igartiburu, Zorion Perfektua.
Con este tipo de inicitativas, Díaz espera poder lavar la imagen de su discoteca y que la gente vuelva a acudir con la misma normalidad que antes de la agresión. Pero a los prejuicios cuesta desterrarlos: "Hay que ir poco a poco, con paciencia". Explica que, como empresario, tiene muy poco margen de maniobra para ajustar los costes en épocas de vacas flacas. Ahora mismo trabajan una veintena de personas en el ZM, cuando en una buena racha veraniega puede haber hasta 36 trabajadores. "El gasto de luz es el mismo con mucha o poca clientela, el canon que tienes que pagar tampoco baja, tenemos demasiados gastos fijos en este negocio".
Díaz es uno de los pocos empresarios que se han arriesgado a abrir ahora un local de ocio nocturno en San Sebastián, el Friends, situado en el corazón del Boulevard donostiarra. "Las cuentas van saliendo, pero cuando me metí en el negocio, por ahí de diciembre de 2008, las cosas no pintaban tan mal. Entre semana la gente ya no sale", resalta.
Destaca que la clave para que un nuevo establecimiento tenga éxito está sobre todo en la localización: "El lugar es inmejorable, en pleno Boulevard. Además, como tiene licencia de discoteca, tengo dos horas más de apertura que los pubs". También, añade, es necesario tener claro a qué tipo de publico apuntar y adaptarse al mismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de noviembre de 2009