El alcalde de Estepona (Málaga), David Valadez, del PSOE, reforzó ayer el débil andamio político que le sustenta al incorporar a su equipo de gobierno a la concejal Silvia Cabrera, que abandonó las filas del PP el pasado septiembre en desacuerdo con la política de continuas zancadillas contra el regidor desplegada por este partido en colaboración con los ediles imputados en el caso Astapa. Cabrera, concejal del grupo de no adscritos, ocupará las áreas de Cultura y Patrimonio Histórico y de Fiestas. Con su fichaje, el equipo de gobierno presidido por Valadez lo componen 12 de los 25 concejales de la corporación, que pertenecen a cinco grupos: PSOE (seis ediles); IU (uno); PA (uno); Estepona 2007 (uno) y grupo de no adscritos (tres: Cabrera y dos procedentes del Partido Estepona).
La oposición, que todavía conserva la mayoría en el pleno, queda compuesta ahora por cuatro concejales del PP, ocho ediles imputados en el caso Astapa -dos del Partido Estepona (PES, posgilistas) y otros seis no adscritos expulsados del PSOE y del PA- y el concejal José Manuel Rodríguez. Este edil abandonó ayer el grupo del PES para sumarse al variopinto y nutrido grupo de los no adscritos. Sin embargo, es improbable que Rodríguez dé el paso que ha dado Cabrera y sus compañeras de lista en el PES Carmen Ocaña y Francisca Bernal y se convierta en el concejal número 13 que otorgue mayoría absoluta a Valadez. Ayer aseguró que piensa permanecer en la oposición hasta agotar el mandato.
El portavoz del PP en Estepona, Ignacio Mena, acusó ayer a Silvia Cabrera de protagonizar un "caso de transfuguismo de libro". Antes de ser concejal en Estepona, Cabrera fue vocal en la gestora que gobernó Marbella tras el caso Malaya nombrada por el PP.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de noviembre de 2009