Ha cumplido 20 años y hace tres que sabe que deberá abandonar su sede, en el barrio de Gràcia. Pero la incertidumbre sobre el futuro de la sala Beckett-Obrador Internacional de Dramaturgia de Barcelona, en litigio con la constructora Núñez y Navarro, propietaria del edificio, quedó ayer disipada con el anuncio por parte del alcalde, Jordi Hereu, de la cesión a la sala teatral del edificio de la antigua cooperativa de consumo Pau i Justícia, propiedad municipal, situada en la calle de Pere IV, 228-232, en el barrio del Poblenou.
El edificio, construido en 1924 y vacío desde hace años, cuenta con 2.600 metros cuadrados repartidos en dos plantas que permitirán duplicar el espacio que actualmente dispone la Beckett en la calle de Alegre de Dalt. Los términos de la cesión todavía deben fijarse y el teatro deberá buscar financiación para las reformas del espacio.
Toni Casares, director de la Beckett, sueña con poder dejar la sede Gràcia cuando esté lista la del Poblenou, aunque ayer no descartó que de perder el juicio se queden sin escenario meses o varios años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de noviembre de 2009