Por segundo día, el fuerte temporal que azota el Cantábrico obligó ayer a mantener cerrado el puerto guipuzcoano de Pasajes y a seguir restringiendo el acceso al Paseo Nuevo y al de Salamanca, en San Sebastián.
En la capital guipuzcoana, la fuerza de las olas rompió un tramo de la barandilla de Ondarreta. La Guardia Municipal y los Bomberos realizaron una veintena de intervenciones por caída de ramas, cascotes en la acera y balsas de agua.
En A Coruña, el viento y la lluvia derribaron varios árboles sobre carreteras, y en el puerto de San Glorio, que une Cantabria y León, una fuerte nevada interrumpió el tráfico varias horas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de noviembre de 2009