La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tiene un nuevo equipo favorito en la Copa del América. Y es el Oracle, no el Alinghi, que dirige el suizo Ernesto Bertarelli. "En estos momentos me gusta más la posición del Oracle [porque quiere venir a Valencia], pero no puedo estar decepcionada con Bertarelli", dijo la alcaldesa después que el patrón suizo haya dado la espalda a Valencia para la 33ª edición de la Copa del América. Primero con Ras al Jaime, en Emiratos Árabes, y ahora con la costa este de Australia.
De hecho, tras la vista celebrada ayer en Nueva York, los dos equipos acordaron mantener reuniones el fin de semana para discutir sobre la sede. El lunes deberán trasladarle las conclusiones a la jueza. Las dos partes aseguran tener la esperanza de alcanzar un acuerdo.
Aunque el idilio náutico entre Barberá y Bertarelli se ha enfriado, la alcaldesa disculpó al que ha sido hasta hace poco su favorito. "No puedo estar decepcionada nunca, cuando él apostó por Valencia y hemos hecho juntos la mejor Copa del América de la historia", apostilló. Barberá no ocultó su hartazgo por la polémica judicial en la que se ha visto envuelta la competición náutica y reconoció que a partir de febrero -a falta de saber dónde será la regata a dos- es preciso reactivar la dársena, hasta ahora cerrada y sin actividad a expensas de que se resuelva las regatas.
Según Barberá, el consistorio busca otras competiciones como la regata de megayates o ser sede permanente para el entrenamiento de equipos de la Copa. De la organización de unos Juegos Olímpicos en Valencia como sugirió el presidente Francisco Camps, Barberá vio en sus palabras un "sueño" y apostó por ir con Madrid si vuelve a presentarse tras caer derrotada en 2016. La alcaldesa cuestionó la seguridad de Río de Janeiro, que organizará las Olimpiadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de noviembre de 2009