La policía sospecha que el disparo que hirió la noche del viernes a Miguel Ángel C. O., de 43 años, fue un accidente que se produjo cuando uno de sus dos acompañantes en un bar de Entrevías manipulaba un arma de pequeño calibre. Una vez que se cree que ni una riña ni un ajuste de cuentas están detrás del disparo, la prioridad de la policía es detener al autor y esclarecer qué hacía con un arma.
José Romero, propietario del bar La Encinilla, en el número 7 de la calle del Vizconde Arlesson, distrito de Puente de Vallecas, estaba ya recogiendo en la trastienda cuando oyó un petardazo. Rodeó corriendo la barra y se encontró a Miguel Ángel tumbado junto a la puerta. En el pecho tenía una herida de bala que sangraba copiosamente. Los dos hombres que habían acompañado a Miguel tomando unas copas con él se habían esfumado. José arrastró el pesado cuerpo del herido hasta el interior del bar. Allí lo encontraron los servicios de emergencia poco después de medianoche. El herido tenía una bala alojada en el pulmón derecho. El Samur le trasladó al hospital Gregorio Marañón, donde fue intervenido y permanece con pronóstico reservado.
El dueño del bar tiene claro que no se trató de una riña porque "entonces se habría oído un forcejeo o gritos". Los vecinos aseguran que La Encinilla es un bar en el que no se suelen ver movimientos extraños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de noviembre de 2009