"Cuando empecé en el sector de los seguros, me parecía una idea horrible. Yo había trabajado en bancos, y mis conocidos me dijeron que hacía un mal cambio", cuenta entre risas José María Dot, presidente de Liberty Seguros. "Pero cuando entras, te das cuenta de que es un sector amplio, diverso, muy rico en experiencias. Aprendes sobre atención al cliente, aspectos técnicos, comerciales, de inversión", aclara. Luis García-Mon, estudiante de Derecho y de Bolsa y Mercados Financieros, llegó a la misma conclusión que Dot en un solo día como consejero en prácticas a su lado. "Me ha parecido una empresa sorprendente. Mucho más interesante de lo que me podía imaginar", resumía en sus últimas horas como directivo.
MÁS INFORMACIÓN
"Resumir cómo es el día de un presidente es sencillo. Llego, miro la agenda, y entonces lo cambio todo. Te empiezan a surgir imprevistos, reuniones de última hora y con cada uno de los que te encuentras, un asunto pendiente imposible de aplazar", explica Dot. En principio, Luis quería visitar Liberty, pero sólo porque le interesaba su área de inversiones. Sin embargo, unas horas después, al joven estudiante, jugador de rugby y bilingüe en español y francés, le entusiasmaban hasta los imprevistos.
"Yo empecé la carrera pensando en dedicarme a la diplomacia. Ahora empiezo a decantarme por las finanzas y la Bolsa", contaba el joven, de 22 años. ¿Incluso en medio de una crisis? "Eso lo hace todavía más interesante. Ganar dinero cuando las cosas van mal es un reto aún mayor. Y yo creo que puedo", aseguraba sin pestañear, enfundado en su traje nuevo. "Para conseguir llegar a directivo hay que tener paciencia. Es como hacer un caldo a fuego lento. Además, como decía mi tío, la clave para triunfar es que siempre debes trabajar más que tu vecino", aconsejó Dot. "Bueno, y otra cosa igual de esencial: nunca olvides disfrutar de la vida, ni dejes de jugar al rugby".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de noviembre de 2009