Angela Merkel se convirtió ayer en el primer canciller alemán que asiste a la principal celebración francesa por el aniversario del fin de la I Guerra Mundial, en la que fue derrotada Alemania. Ante un destacamento de la brigada franco-alemana y oficiales de las academias de los dos ejércitos, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y Merkel depositaron un ramo de flores y reavivaron la llama de la tumba del soldado desconocido, a los pies del Arco del Triunfo, en París.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de noviembre de 2009