El consejero de Empleo, Antonio Fernández, arremetió ayer contra el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), sin nombrarlo, al advertir en el Parlamento que "algunos sindicatos" no pueden caer en actitudes "irresponsables, xenófobas y racistas". Fernández hizo así alusión a las movilizaciones de jornaleros lideradas por el SAT en el valle medio del Guadalquivir, principalmente en Palma del Río (Córdoba), en demanda del cumplimiento del convenio laboral y la contratación de trabajadores locales, por encima de los venidos de fuera.
Fernández también pidió a algunas formaciones políticas que "no hagan demagogia con un tema tan serio", sobre todo porque "no consta en la Inspección de Trabajo ninguna denuncia, ni la existencia de inmigrantes irregulares en la campaña agrícola cordobesa ni que haya menores trabajando o explotados".
En sus protestas, los braceros denunciaron que muchos extranjeros eran explotados, haciéndoseles trabajar más horas por un menor sueldo y abaratando así los contratos de los jornaleros locales. El problema estriba en que, como recordó ayer el consejero, nunca se han producido denuncias formales que respaldasen estas acusaciones, ni ante la inspección de trabajo ni ante las policías locales. Por ello, las demandas de los peones para que se prime la contratación de parados locales, por encima de los jornaleros itinerantes (la mayoría procedentes de países de la UE, como Rumania o Bulgaria y por tanto con plenos derechos), fue entendida por la patronal, sindicatos como UGT y, ayer por el propio consejero de Empleo, como una actitud racista.
El SAT siempre ha negado estas acusaciones, recordando que defienden los derechos de los trabajadores sean de donde sean. "Los racistas son los que permiten que se exploten a los inmigrantes para echar por tierra los logros laborales conseguidos por los trabajadores a lo largo de muchos años", dijo ayer el líder del SAT, Diego Cañamero, quien criticó al consejero por su "total desconocimiento de la realidad laboral en el campo".
El sindicato UGT en Sevilla también pidió este verano que los empresarios agrícolas no recurran a contingentes de trabajadores extranjeros para la campaña del verdeo. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdh), acusó luego a UGT de "xenofobia y discriminación" por esta reclamación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de noviembre de 2009