"Es una fábula sobre la pérdida de la inocencia de un chaval de 17 años, llamado Arnau, que se pega un tortazo final, lo que supone para él la entrada en el mundo de los adultos". Así resume el realizador catalán Marc Recha su última película, Petit Indi, que hoy se estrena en Valencia tras un paulatino arranque en el circuito español de películas de versión original.
"Como toda fábula, la película mantiene la simbología de los cuentos de hadas, pero habla de cosas muy bestias para que lo entiendan los chavales", añade Recha, que para Petit Indi optó por combinar actores "con una carrera impresionante", como Sergi López, Eulalia Ramón y Eduardo Noriega, con uno novel, Marc Soto, "que afronta un reto importantísimo, el 90% de la película la llena él". Y asegura que lo borda: "Con la mirada, con el gesto".
El director también destaca el entorno, las afueras de Barcelona, pero trasladable a cualquier otra urbe. "Son ciudades que crecen, se comen lo de alrededor y crean no lugares". ¿Y al ser una fábula también tiene moraleja?: "Sí, si metes un zorro en el sitio que no toca, las consecuencias son imprevisibles".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de noviembre de 2009