Los consejos de Iberia y British Airways acordaron ayer los términos de la fusión entre ambas, operación que creará la quinta aerolínea del mundo cuando se cierre, a finales de 2010. Los accionistas de Iberia tendrán un 45% de la nueva compañía, y los de British, un 55%. El acuerdo, pendiente de ratificación por los accionistas y sujeto a algunas salvedades, es más favorable a la compañía española que cuando empezaron las negociaciones, hace 16 meses.
El pacto deja a Caja Madrid, con un 12% del capital, como primer accionista de la nueva firma, que mantendrá las marcas y cierta independencia operativa en las dos aerolíneas actuales. El presidente no ejecutivo del grupo será el actual de Iberia, Antonio Vázquez, y el consejero delegado, el de la británica, Willie Walsh. La sede operativa y financiera de la empresa fusionada estará en Londres, pero en Madrid se situará el domicilio social y fiscal.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de noviembre de 2009