En todos los cuentos de Heinrich von Kleist hay un suceso inaudito, que cambia la vida de sus protagonistas radicalmente. En La marquesa de O, ese suceso es el embarazo inexplicable de una joven viuda italiana que no ha estado íntimamente con hombre alguno tras la muerte de su esposo. Rechazada por sus padres, pone un anuncio en un diario, pidiendo que quien la preñó se presente en su casa.
La marquesa de O, se ha dicho, es una tragedia breve en prosa, a la espera de quien quiera ponerla en escena. Eric Rohmer la llevó al cine, y después llegó al teatro en versiones diferentes. Ésta de Emilio Hernández, dirigida por Magüi Mira, tiene como intérpretes a Juan José Otegui y Tina Sainz (padres de la marquesa), Josep Linuesa (el oficial ruso que la salvó de una violación colectiva) y Amaia Salamanca, que hace su debú teatral en el papel de Julieta, la aristócrata encinta.
El montaje, que se estrenó en octubre en Alicante, llega el 19 de noviembre al teatro Bellas Artes, donde permanecerá hasta el 10 de enero. Si Juan José Otegui cumple su amenaza, ésta será la última oportunidad que tengamos de verle actuar en vivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de noviembre de 2009