Las calles de El Cairo se llenaron de aficionados que celebraron entre llamas la victoria de Egipto sobre Argelia (2-0). En Francia se vivieron escenas similares, pero en sentido contrario: eran inmigrantes argelinos cuyas protestas obligaron a un importante despliegue policial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de noviembre de 2009