La crisis económica no socava la fortaleza de la primera entidad financiera andaluza. Unicaja informó ayer de que en los primeros nueve meses del año logró unos beneficios netos de 235,9 millones de euros. La cifra representa un un 20,2% menos que los logrados entre enero y septiembre del año anterior; pero la entidad matiza que sus beneficios recurrentes (los que se obtienen sin considerar operaciones extraordinarias o que se desvían de las líneas de negocio habituales) habrían crecido un 12,5%.
Unicaja ha preferido aumentar un 67% sus dotaciones para hacer frente a deterioros de activos, decisión que resalta entra en su "habitual política de prudencia". Además, los menores beneficios extraordinarios y la caída de determinados productos ordinarios explican los resultados.
El beneficio recurrente es un concepto algo subjetivo que las compañías suelen manejar a su conveniencia, pero algunas de las más importantes entidades han reconocido menores beneficios recurrentes que en 2008. Por ello, Unicaja resalta que los resultados obtenidos hasta septiembre evidencian su "sólida posición ante la presenta fase del ciclo económico" que considera es un resultado "de la especial vigilancia llevada a cabo por la entidad".
Morosidada baja
La caja destaca que su índice de morosidad, del 2,9%, no sólo es más bajo que la media del sector, sino que se encuentra estabilizado desde marzo, mientras que la tasa de cobertura reservada para hacer frente a la morosidad es del 123%, el doble de la media.
Unicaja sostiene que es además una de las entidades españolas mejor capitalizadas, con un core capital del 12% y un coeficiente global de recursos propios del 14,8%. El activo total asciende a 33.567 millones de euros, un 5% más que hace un año. Los recursos administrados, 31.986 millones, se incrementaron en un 2%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de noviembre de 2009