El juez que instruye la causa del niño obeso orensano ha aplazado, hasta tener el informe del fiscal, su decisión sobre si acepta o no las pruebas que presentaron el lunes los padres del menor para justificar su incumplimiento a la orden de la Xunta que reclama el ingreso del pequeño en un centro de menores.
Con el niño en paradero desconocido desde hace un mes para la autoridad, y buscado por la policía autonómica siguiendo una orden judicial, los padres se enfrentan a la acusación de la Fiscalía. Hasta ahora les imputaba los delitos de desobediencia -por no entregar al niño a la Xunta que reclama su tutela- y ocultación de menor.
Los progenitores presentaron el lunes en su descargo un informe de una perita psicóloga que desaconseja el ingreso del niño, de 10 años, en la institución pública y un informe endocrino en el que se detalla que sigue una dieta que sitúa su peso actual en 61 kilos.
Sin embargo, el Ministerio Fiscal ultima su escrito de acusación contra los padres. No sólo se ratifica en la acusación de los dos delitos que les imputó inicialmente, sino que valora además la inclusión de un tercero por "abandono" lo que convertiría en "desamparo global" la situación del menor. La Fiscalía sostiene que en el último año el pequeño tuvo episodios de "absentismo escolar". Fuentes de la Consellería de Traballo e Benestar señalan que las ausencias escolares del niño desde 2008 fueron incluidas en el informe oficial junto a los desórdenes dietéticos y al fracaso de las alternativas médicas practicadas durante cinco años.
El abogado de la familia sostiene que el absentismo escolar del menor es consecuencia de la desobediencia de los padres a la orden de ingreso en el centro de menores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de noviembre de 2009