La solución técnica elegida para que el tren de alta velocidad llegue hasta en el centro de San Sebastián tendrá un coste aproximado de 250 millones de euros. Serán 5,7 kilómetros de plataforma en vía doble que discurrirán desde la estación internacional de Ergobia (en el límite entre Astigarraga y la capital guipuzcoana) hasta la central de Atotxa. El consejero de Transportes, Iñaki Arriola, explicó ayer que tiene previsto reunirse con representantes del Gobierno central antes de acabar el año para concretar cómo será la entrada del AVE vasco tanto en Bilbao como en Irún.
El trazado Astigarraga-San Sebastián obligará a modificar y elevar en 1,5 metros la cota de la actual vía de Renfe. También será necesario ensanchar el cauce del río Urumea, que ocupará una parte de los cuarteles militares de Loiola para de evitar riesgos de inundación en este punto. El concejal donostiarra de Urbanismo, Jorge Letamendía, aseguró que se aprovechará para introducir mejoras en el barrio de Martutene, mediante la "bulevariza-ción" de la carretera Astigarraga-San Sebastián cuando entre en servicio la autovía del Urumea.
El presidente ejecutivo de Euskal Trenbide Sarea, César Gimeno, indicó que aún está pendiente de resolver si es técnicamente posible que la plataforma ferroviaria discurra íntegramente en doble vía hasta Atotxa o si, por el contrario, los trenes de Cercanías y los de alta velocidad tendrán que compartir la misma línea en la parte final del ramal.
En todo caso, los trenes del AVE que partan de San Sebastián hacia Bilbao, Vitoria y Pamplona completarán el trayecto en poco más de media hora, en tanto que el viaje a Madrid tendrá una duración aproximada de dos horas y cuarto. También tendrá conexión con todas las capitales españolas que tengan servicio de alta velocidad. Desde la estación de Ergobia, donde confluirán los cercanías de Renfe y la alta velocidad, se creará un tercer ramal para sacar el tráfico de mercancías que ahora atraviesa San Sebastián y dirigirlo hacia el Puerto de Pasajes y hacia Francia.
La diputada de Movilidad, Arantza Tapia, censuró ayer la "falta de lealtad" de Arriola por no invitarle a la presentación de este acuerdo, en el que también ha intervenido la institución foral. Y criticó que el consejero anunciara aspectos técnicos que "no fueron tratados" en la comisión interinstitucional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de noviembre de 2009