La editorial Bassarai afronta el fin de año con la publicación de dos elegantes volúmenes de su colección Arte, que recogen la vinculación del sello que dirige el poeta Kepa Murua con la creación plástica y fotográfica. A travesura, una edición facsimil de un libro de dibujos de Mintxo Cemillán, y Faber, el tercer volumen de la trilogía de imágenes y poemas que han elaborado el fotógrafo José María Álvarez y el propio Murua, que ayer se presentó en el Artium. Una conexión discreta recorre ambos volúmenes, quizás la sugerencia de una reflexión sobre la condición humana en este principio de milenio.
Mintxo Cemillán estima que su libro es "una unidad de trabajo, no es una selección de imágenes. Desde el comienzo parte con un final, completar un cuaderno en el que plasmar mis ensoñaciones". El título del libro, A travesura remite también a la condición de juego con la que el creador vitoriano afronta el cuaderno en blanco: una travesura que atraviesa las páginas en forma de manchas y figuras humanas, en lo que es un fino ejercicio de dibujo.
"No está basado en la inspiración, ni en la improvisación", recuerda, "y sí en la emoción y en la búsqueda de sugerencias". Las ilustraciones, a lápiz y tinta china, están salpicadas de reflexiones del propio Cemillán, "desde el respeto a la intelectualidad del lector". "Quiero que se divierta, no me gusta aleccionar", concluye.
Paisaje humanizado
Por ese camino de ofrecer sugerencias también discurren los textos de Kepa Murua para las fotografías de José María Álvarez en Faber. Si en Itxina, su primer libro, afrontaban los paisajes de esta zona kárstica del macizo de Gorbea, y en Flysch. La mirada devuelta se internaban en los misterios de la costa de Zumaia, ahora atienden a ese paisaje humanizado que se encuentra a la vuelta de cualquier paseo por la naturaleza. Restos de construcciones, marcas en los caminos, antiguas calzadas que muestran, en palabras de Kepa Murua, "la fragilidad del ser humano, contrapuesto a la solidez del paisaje".
A lo largo de las páginas de Faber, 60 fotografías y 40 poemas en euskera y castellano conforman una obra artesanal, en la que se aborda la importancia del silencio en medio del ruido del siglo XXI. Murua explica que el vehículo literario son "estrofas de tres o cuatro líneas, con el fin de que el espectador las complete con su propia experiencia, con su biografía". También hay espacio en Faber a cierta crítica a la ambición que inunda la vida cotidiana del modelo occidental.
Sin olvidar su labor editorial, Kepa Murua está puliendo en estos momentos su próxima entrega poética, un volumen de 700 páginas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de noviembre de 2009