La fragata portuguesa Alvares Cabral interceptó el jueves una embarcación pirata con cinco somalíes a bordo que pretendía asaltar un buque en aguas del golfo de Adén, a unas 60 millas de la costa. Los agresores, que lograron desprenderse del armamento, fueron inspeccionados y dejados en libertad por no estar tipificado en la legislación portuguesa el delito de piratería. El comandante Santos Fernandez, portavoz de la Alianza Atlántica embarcado en el Alvares Cabral, explicó a este diario que tienen imágenes grabadas de los piratas lanzando al agua armas. Y, sin embargo, tuvieron que dejarles libres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de noviembre de 2009