El concierto reunió ayer a unas 3.000 personas en el Pavelló del Pla de l'Arc, en Llíria, y estuvo a la altura del lema de la convocatoria: Una nit única. Fue, sin duda, una gran noche de la música en valenciano. Organizado por el Institut d'Estudis del Camp de Túria, el concierto pretendía recordar los cuatro siglos transcurridos desde la expulsión de los moriscos y estuvo precedido de un intenso trabajo para poner en común las partituras que permitieron adaptar las canciones de Miquel Gil, uno de los principales representantes de la música de raíces en nuestra tierra, a la banda sinfónica de la Unió Musical de Llíria o el cant d'estil de Pep Gimeno, Botifarra, a una interpretación colectiva con más de 130 músicos, entre los que se contaban también los de la Orquestra Àrab de Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de noviembre de 2009